Nos despertamos con la salida del sol, tras una noche de dormir en “cómodas” literas de madera, resguardados del frío, junto a los pastores Carlos, Ismael y Urbano, ya que Vidal había preferido irse al otro lado del refugio para estar más ancho.
Como todos los días, desayunamos café con leche al lado de la lumbre y seguidamente nos pusimos en marcha hacia el “pie de Cerrilloverde” donde almorzamos pan con embutidos.
Por el camino pasamos por “la tirá del rojo” y Vidal nos iba dando “clase” sobre las plantas silvestres que encontrábamos a nuestro paso. La más curiosa que nos encontramos es la planta con la que se hace el “te de roca”, ya que crece entre las rocas y que en estos momentos esta prohibida su venta en el mercado.
Té de roca |
Más adelante nos contó el proceso de cómo se trasquila a las ovejas y de cómo se aprovecha la lana. Como ejemplo cogió un colgajo de lana de una oveja e hizo un hilo de casi un palmo de largo.
Seguimos andando y de repente nos encontramos con una pendiente de arena muy resbaladiza donde Lara intentaba subir sin llegar a conseguirlo. De repente, mientras lo seguía intentando, Lara miró hacia nosotras y vio que todas estábamos preparando nuestras cámaras para inmortalizar el momento de la “gran caída” que estaba a punto de suceder y sacando todas sus fuerzas, de un brinco por fin consiguió subir.
La subida traidora |
Pasamos por un campo enorme que parecía la pradera de Heidi. Era curioso como se podía observar las zonas por donde habían pasado las ovejas durante la vereda anterior ya que, las “cagarrutas” que van dejando sirven de abono, lo cual hace que la hierba crezca más.
Al poco rato de seguir con nuestra caminata… llegó el momento de la verdad!!! ¿Y cuál era esta verdad? Pues poder montar a ¡Problemas! Y ¿quién? o ¿qué era Problemas? Pues Problemas es un burro bastante tozudo que acompaña cada año a los pastores y que antiguamente lo usaban para trasladar el agua durante la vereda y al que no le gusta estar separado del rebaño, ya que parece sentirse como una oveja más. Actualmente ya no transporta agua sino que sencillamente les acompaña para no quedarse en el establo durante mucho tiempo.
La primera en montar a Problemas fue Marta, ya que ella está más acostumbrada a montar caballos y tiene más experiencia.
Experiencia con Problemas |
La segunda en montar fue Núria, que lo cogió con tanto ímpetu que se “trasconejó”, en palabras del pastor, hasta el punto que casi se cae de cabeza por el otro lado del burrito.
Más adelante, cuando el terreno volvía a ser el adecuado para poder montarlo, subieron Clara, Lara y Bea. Terminamos todas felices de haberlo montado y nos echamos unas risas. Problemas ya se estaba cansando de marearle y le dejamos estar un rato.
Más tarde, antes de parar, pasamos por unos pinares resineros y nos alucinó el método de la recogida de la resina.
Pinos resineros |
Después de caminar durante 22 kilómetros a paso de oveja, llegamos al campo de golf de “La Cañada del Cerrajal”.
En este punto el cercado de las ovejas es fijo y en su interior la hierba mide aproximadamente medio metro de alto. Vidal nos contó que en años anteriores cuando iban a recoger las ovejas por la mañana para empezar a andar, al haberse comido, éstas, la hierba, aparecían pelotas de golf que el día anterior no se veían.
Ya son las 19h y una vez encerradas las ovejas, llega la hora de cenar, para ello hay que encender la lumbre, cosa que ya han hecho los hateros.
Los hateros (que así se les llama a las personas que se encargan de trasladar el material en vehículo de un punto a otro y los que hacen las compras de la comida, así como de montar y desmontar el campamento cada día) ya han montado las tiendas de campaña bajo los pinos, han preparado el cercado para que las ovejas puedan pasar la noche y han encendido la lumbre, (hoy les toca hacer de hateros a Urbano, Javi, Bea y Lucia).
La Cañada del Cerrajal |
Para cenar tenemos chorizo, carne a la brasa y cortezas, y…. empiezan los primeros síntomas del virus ¡J.VEREDA!! Lucia apenas cena, tiene dolores de tripa.
En círculo alrededor de la lumbre como cada noche, nos sentamos a hablar entre todos, Ismael empieza con sus poemas, Vidal con sus dichos y Carlos con sus risas.
Cena en familia |
Justo terminar de cenar, empieza a llover y todos corremos a las tiendas y a dormir con la tripa llena.
Entonces a media noche el virus ya empieza a hacer el efecto a las primeras infectadas. Núria pasa toda la noche vomitando entre los pinos, mientras todas las ovejas la miran con esos ojos verdes que se les ve cuando por la noche les enfocas con la linterna. ¡Da mucho miedo!
EL VIRUS YA HA EMPEZADO y pocos se salvarán…
Autores: Núria, Lucia, Bea, Marta, Clara, Lara, Teresa y Javi
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