Esa mañana amanecimos con escarcha en las tiendas, fue una de las noches más heladas de nuestra andada. Esa mañana el desayuno era aún más delicioso que otros días, porque sabíamos que lo echaríamos de menos. Es imposible no echar de menos esa experiencia, el compartir todo el tiempo persona con persona, estar rodeados de vida como quién dice, y aprender a valorar los pequeños detalles como sonrisas, enseñanzas de nuestros mayores, complicidad entre nosotros, conocernos como personas y valorar todo eso, además del aprendizaje profesional.
Esa mañana nos sentimos más grandes, habíamos crecido, era evidente.
Llegó el momento del ¡hasta la próxima!, nos despedimos uno a uno de nuestros pastores, siendo Vidal el último que fue a soltar su rebaño, hay que reconocer que no le gustan para nada las despedidas, evitaba alargarla. Era evidente que en ellos dejamos una marca, ¡el grupo 3! Y obviamente ellos en nosotros, fue de las mejores experiencias de nuestra vida.
Después de los besos y las despedidas, de los buenos deseos y con nuestro cuerpo de repente agotado, nos encaminamos de vuelta a Zaragoza, unos hablando, otros durmiendo…pero volviendo a nuestro origen, la Facultad de Veterinaria.
Autores: Fran Saura, Pepi Rivera, Calasanz Jiménez, Begoña Arnaiz, Teresa Fanlo, Marta Jorba
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