Problemas rebuzna, ¡todos en pie! (Todavía no sabíamos el increíble día que nos esperaba). Ni un diluvio nos quita las ganas de desayunar bajo el toldo. Comenzamos a andar buscando caminos alternativos de olivos y sembraos porque una gran riada naranja nos impide ir por la cañada.
No habíamos caminado apenas una hora cuando llegamos al encuentro de tres riadas de barro que no nos dejaban continuar el camino. ¡¡ESTAMOS ATRAPADOS!!
Después de intentar buscar un paso empezamos a buscar soluciones, la más sensata era acampar en la zona hasta que el río decreciese y pudiésemos atravesarlo. Pero no teníamos nada porque los hateros no podían tampoco acceder con los coches hasta nosotros.
Para no enfriarnos decidimos no dejar de movernos, las ovejas empezaban a apelotonarse empapadas. Empezamos a plantearnos llamar a la guardia civil cuando por suerte aparecieron dos enormes tractores que acudían a su cortijo al otro lado del ‘’río’’. Los mozos nos sugieren haber ido a Benidorm de vacaciones un día como este, ¡pero Benidorm es para cobardes!
Mozo: - Dejad a las ovejas y veníos al cortijo con nosotros
Pastores: - Las ovejas nunca se abandonan
Mozo: - Pues entonces ¡que se vengan las mujeres al cortijo y os quedáis con las ovejas!
Gracias al ingenioso Vidal decidimos probar suerte y poner ambos tractores en la riada haciendo de tapadera para que la corriente no se llevase a las ovejas por delante.
Tras mucho esfuerzo y tensión Vidal empujaba al rebaño mientras Ismael las llamaba desde el otro lado. Consiguen cruzar Problemas y los machos cabríos, y ¡todas se ponen en marcha! Fue increíble ver cruzar a todo el rebaño con el riesgo que esto suponía, temiendo que alguna se extraviase.
Una vez habían cruzado todas y sin ningún susto, nos pasaron a nosotros en los tractores, unos subidos en las cabinas y los laterales, y Vidal en la abonadora con los perros.
¡¡¡Con esta suerte tendríamos que haber comprado lotería!!!
Continuamos nuestro duro camino comentando que todavía queda gente buena en el mundo que nos ayuda, y cuidamos de los olivos y las tierras de esta buena gente. ''Y así lo haremos siempre...'' (Vidal)
Tras un duro día bajo la lluvia algunos rayos de sol nos iluminaron en la zona de acampada donde debíamos haber comido, y nos permiten secar todas nuestras ropas en la lumbre. ¡Menos mal!
Una rica cena y unos pacharanes y licores nos calentaron el cuerpo para poder resistir otro día bajo la lluvia.
Aunque el tiempo no acompañe, fue el día más impresionante, que difícilmente olvidaremos.
Las supervivientes del día |
Autores: Irene Martínez, Aina Pons, María Bernad, Elena Martínez, María Vivas, Sara Llorens, Beatriz Martínez y Alba Placed.
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