Partimos desde la Facultad de Veterinaria y tras un largo viaje en furgoneta, llegamos a Pozo de la Serna. Nos costó encontrar la localización donde nos recibió el pastor Leandro, con una gran sonrisa.
Nos presentaron a Vidal, ¨El Gran Hatero¨, que nos explicó cómo se organizaban los pastores y las labores que debíamos realizar antes de la llegada del rebaño. Fuimos en busca de las merinas que se dirigían al cercado donde pasarían la noche.
Después de prender la lumbre, nos acomodamos todos alrededor a cortar ajos y tomates mientras íbamos presentándonos a los pastores recién llegados. Nos llegaba el aroma de la cena que preparaba Vidal, un exquisito arroz con pollo. Nos quedamos hasta tarde amparados al calor de la lumbre, hablando y compartiendo experiencias entre todos.
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