Día 1
(31/10/2023)
Tras poner a punto la Trashuneta ponemos rumbo a Guadalaviar, haciendo una paradica de café a medio camino para coger fuerzas.
Además, gracias al supermercado Alcampo conseguimos asegurar provisiones para la vereda, desde fruta y agua hasta barritas energéticas. Al llegar al pueblo el tiempo nos acompaña y después del recibimiento de Vidal, nuestro hatero, comenzamos la aventura.
Nuestro primer desafío ha sido encontrar el rebaño de 3000
ovejas merinas con las indicaciones que nos había dado el hatero. Una vez allí
y con las debidas presentaciones con los pastores, Ismael, Arturo, Leandro y
Juan Vicente, tenemos nuestra primera comida con ellos. También hemos podido
disfrutar de esa comida con los perros pastores y Problemas, el burro que más
tarde nos haría entender el porqué de su nombre.
Empezamos la caminata para llegar a Los Chorros, lugar donde
empieza la Cañada real conquense. Al llegar al barranco de los judíos nos damos
cuenta de que faltaba Problemas, tras diferentes hipótesis de dónde estaba
decidimos ir en su búsqueda con la Trashuneta al recibir el testimonio de un
motorista. Finalmente, Arturo consigue encontrar a Problemas para reunirse con
el grupo.
Mientras tanto los hateros se encargaban de acondicionar el
recinto donde el rebaño pasaría la noche tras superar el barranco de los
judíos.
Una vez dejamos las ovejas, volvemos a Guadalaviar y
visitamos el museo de la trashumancia. Nos explican la vida de una familia
trashumante y su evolución con el paso del tiempo. Lo que empezó siendo un
trabajo del hombre de la casa, el cual pasaba medio año lejos y a penas
comunicado de su familia, ha llegado a ser un oficio en el que la familia
acompaña al pastor viviendo seis meses cada vez en dos comunidades autónomas
distintas. Lo que más nos ha impactado ha sido el pronunciado declive del valor
de la lana durante los últimos años.
Hoy por suerte podemos disfrutar de una cena entre pastores,
familiares y amigos.
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