Día 11 (10/11/2023)

Tras una noche templada, nos levantamos con energía para acudir a la ermita de San Isidro (patrón de los labradores), donde Vidal cumplió con una de las tradiciones de la vereda, que consiste en hacer repicar la campana de la ermita.

Uno de los desafíos del día fue encontrar una gasolinera, pero la sorpresa cuando la encontramos fue que nos reconocieron (debido al reportaje emitido la noche

pasada).

Después de colmar nuestro apetito con unas buenas gachas manchegas, reanudamos la marcha.

En un giro de los acontecimientos, el cinturón del conductor de la furgoneta se rompió (un viernes por la tarde en mitad de la estepa castellana). Los numerosos intentos por parte de alumnos, profesores y pastores de arreglarlo resultaron fallidos, por lo que algunos de nosotros nos apresuramos a buscar el taller más cercano que pudiera solucionar este gran problema (porque al día siguiente emprendíamos la larga vuelta a Zaragoza). Finalmente conseguimos una solución temporal que nos permitía viajar de vuelta a Zaragoza.

Ya entrada la tarde ayudamos al Vidal a preparar la cena y después de cenar nos dispusimos a disfrutar de nuestra última noche a la luz y al calor de la hoguera cantando canciones, contando historias, recitando poesías, y divirtiéndonos con los chistes y adivinanzas de Leandro.

   Día 10 (09/11/2023)

Nos despertamos de madrugada con el sonido de la lluvia zarandeando nuestras tiendas.

La mañana se torció cuando, como consecuencia de la lluvia, la furgoneta quedó atrapada en el barro del camino. Tras unos empujones infructuosos decidimos pedir ayuda al ayuntamiento de Cervera del Llano, que amablemente envió a un agricultor del pueblo con su tractor para rescatarnos. Al mismo tiempo, nuestros compañeros luchaban entre el barro para llevar a las ovejas al punto de encuentro del medio día. Este momento se retrasó debido a todos los imprevistos de la mañana.
 

Por la tarde salió el sol y el camino mejoró considerablemente, habiendo menos barro. La cena consistió  en un asado a las brasas de la lumbre, y recibimos la visita de una antigua alumna trashumante, que nos obsequió con bebidas y comidas típicas de tierras conquenses.

Como colofón a este complicado día intercambiamos canciones y poesías.

  Día 9 (08/11/2023)

Como dice Vidal, "Amanece que no es poco" sin rebuznos de Problemas y con gritos de Emilio.

Así damos comienzo al día más corto de la vereda. Por la mañana atravesamos Belmontejo, un pueblo de 141 habitantes de la provincia de Cuenca, y por la tarde pudimos comprobar ya el cambio paisajístico del camino que trazamos.

Pasamos de la zona montañosa de la Serranía de Cuenca a las extensas llanuras de la Mancha Conquense.

https://clipchamp.com/watch/ovrRSlghVlS

Para finalizar el día, Leandro nos preparó una comida muy pastoril, Gaspachos manchegos o galeanos, y tras calentar internamente nuestros cuerpos, comenzamos otra velada al lado de la lumbre.

Janire nos deleitó con su espectacular Aurresku, un baile tradicional vasco, y Arturo sacó a la luz su rasgada voz

 Día 8 (07/11/2023)

Nos despertamos entre escarcha y al toque de diana de nuestro querido Ismael.

 Después del primer calentón en la hoguera y un desayuno breve, tocó recoger el campamento entre varios mientras el resto daban comienzo entre ovejas a un largo día. 

 Los hateros se dirigieron al pueblo más cercano a reponer el agua y realizar unas compras en la carnicería y panadería para así tener todo preparado a la hora del almuerzo. Al mismo tiempo, la caminata mañanera se complicó con el Arroyo la Teja, todos con barro hasta las cejas.

https://clipchamp.com/watch/Vm9oJiOn4t2

 Después de comer huevos con tomate y recargar energía con Irene (la bota de vino) emprendimos la marcha hasta el encuentro con los reporteros de Castilla La Mancha Media, quienes realizaron un reportaje con entrevistas a varios de nosotros para el programa Anchas Castilla. 

Al llegar al campamento Fran nos preparó un arroz con marisco (con muchísimas almejas) y acabamos la noche disfrutando de un licor café amenizado por la ruda voz de Leandro cantando Pernales e Ismael recitando poesías

  Día 7 (06/11/2023)

Tras preparar el material y cargar las furgonetas, partimos rumbo a Villar de Olalla. 

Por el camino hicimos una parada en el Alcampo de Cuenca, donde nos regalaron un lote de provisiones cargado de fruta, snacks, frutos secos y leche. 

Después de varias horas de camino, llegamos al punto que nos indicó Vidal y nos encontramos por primera vez con los ganaderos y pastores, donde hicimos una breve presentación y cantamos el cumpleaños feliz a Ismael, que cumplía años. 

Almorzamos todos juntos un poco de embutido, conservas y encurtidos. Al recogerlo todo, varios de nosotros empezamos a andar y otros hicimos de hatero, montando el campamento junto a Vidal y Leandro para que estuviera todo listo cuando llegaran con el rebaño. 

https://clipchamp.com/watch/dNsjIKBMtjA

Cenamos un puchero con morro, oreja y rabo y una ensalada de tomate y ajo. De postre tomamos un trozo de tarta que compramos para celebrar el cumpleaños de Ismael. Para cuando nos quisimos dar cuenta, estábamos reposando la cena mientras nos calentábamos alrededor de la hoguera. Entre risas, cantes y licor de crema el sueño se apoderó de todos y nos fuimos a las tiendas a dormir.

 Día 6 (05/11/2023)

El último despertar de nuestra etapa es algo nostálgico pero agradable porque la lluvia nos da tregua. Como de costumbre nos ponemos en marcha lo más rápido posible y por el camino a algunas de nosotras nos entrevista Aragón Radio. A nuestra llegada a Cuenca disfrutamos de los primeros rayos de sol de la semana y nos acompaña la Guardia Civil, facilitándonos el paso por la carretera. Saludando a varios niños y adultos que se acercaban a ver nuestro inmenso rebaño,  atravesamos Cuenca y poco a poco llegamos al punto donde nos esperaban para comer. Disfrutamos mucho de la compañía y la comida de los pastores por última vez y entre abrazos y tristeza nos despedimos para poner rumbo a Zaragoza.

https://clipchamp.com/watch/tLEctTYtLkR

 "Ahora casi ni me saludáis y cuando os vayáis me daréis dos besos y un abrazo" este fue elR recibimiento que nos dio Vidal en Guadalaviar.

Seis días han bastado para darnos cuenta de lo bonita y dura que es la Trashumancia. Guiados por pastores hemos caminado hasta Cuenca, a pesar de días llenos de lluvia, viento y de no haber visto el sol desde que empezamos hemos podido disfrutar juntos la Vereda.

Gracias a los manjares de Vidal, los despertares de Ismael, las jotas de Leandro y Arturo, la guitarra de Chema a la lumbre... se ha creado un vínculo entre todos, haciendo de esta experiencia algo inolvidable.

Como bien nos ha dicho Ismael al despedirnos: "Cuando un amigo se va, queda un espacio vacío que no lo puede llenar la llegada de otro”.

 GRUPO 1: TERESA, CHEMA, JESUS,ARTHUR,PAULA,VALERIA,YOLANDA, ALESSANDRA,ANE,CLAUDIA,ELEONORA.

Os adjuntamos un pequeño video de lo que ha supuesto nuestra experiencia, esperamos que os haya gustado nuestra semana y os animamos a que sigáis con nosotros, saludos y hasta siempre !!! 

https://clipchamp.com/watch/OklTn76KdSE

Día 5 (04/11/2023)

Entre pinos en un campo de golf, café en mano bajo el techo del refugio y con esperanzas de que el tiempo nos dé un pequeño respiro, empezamos el último día completo como trashumantes. 

Una vez puestos en marcha tomamos camino entre gran cantidad de fango, formado por la gran cantidad de agua que había y seguía cayendo durante los días anteriores.

https://clipchamp.com/watch/f9bx2QqARhu

Alguna caída más tarde y con una doble suela de lodo, llegamos a comer los famosos gaspachos (siempre bajo la jaima para resguardarnos un poquito).

Con las tripas llenas seguimos al rebaño en lo que parecía una pista de patinaje de barro y por supuesto, acompañados siempre por agua.

Por suerte, una vez llegados a campamento ha dejado de llover, a hoguera encendida secamos como es ya costumbre las botas y preparamos las cosas para la última cena, carne a la brasa con torreznos, tocino, longaniza, ... otro manjar.

                            

A cielo despejado, podemos observar a los lejos las luces de la ciudad de Cuenca y por primera vez en 5 días, las estrellas.

Unas últimas jotas, risas, anécdotas y algunas canciones después toca el momento de despedir la última noche, viendo como la hoguera se va apagando y como los integrantes poco a poco se van yendo a sus tiendas a recuperar fuerzas para el día siguiente.

 Día 4 (03/11/2023)

Nos levantamos apurados de tiempo en el refugio con Ismael como despertador, dispuesto ya a empezar el día encendiendo la lumbre.

Asustados por el temporal del día anterior, nos ponemos los chubasqueros por encima de muchas capas y salimos de las Majadas rumbo a Tiná del Rojo.

Con el vendaval de ayer nos encontramos el camino embarrado y muy resbaladizo incomodando la travesía. Tanto barro había que Problemas casi se nos queda atascado al intentar cruzar un charco. A pesar de la leve lluvia del día podemos disfrutar mucho del día y del paisaje cuando la niebla ha decidido irse.

Cuando ya habíamos atravesado el barranco, nos damos cuenta de que varias ovejas se habían quedado rezagadas. Arturo y Leandro, que van detrás de las ovejas, en estos casos se encargan de llamarlas a base de silbidos consiguiendo que vuelvan al rebaño. Por delante va Ismael guiando el rebaño por toda la vereda.

https://clipchamp.com/watch/HFCfGrSDmSp

A todos ellos les acompañan sus respectivos perros. Hay dos tipos de perros en la trashumancia, por un lado están los Carea que se encargan de ayudar a los pastores a conducir y reunir el rebaño por medio de chiflidos. Son perros rápidos y ágiles que evitan que se pierdan las ovejas.

Por otro lado, están los mastines que protegen los animales de cualquier posible depredador. Estos son grandes, fuertes y fieles.

Por la tarde atravesamos un campo de golf donde montamos el campamento. Tenemos la suerte de contar con un refugio para cenar unas lentejas con arroz y encender la lumbre. Acabamos el día en las tiendas de campaña esperando no pasar tanto frío.

 

Día 3 (02/11/2023)

Nos hemos levantado entre chubascos para tomar el primer desayuno con los pastores y empezar a recoger el campamento y tiendas, las cuales ya es complicado de recoger en seco y esta vez más con el temporal.

                                             

Como las ovejas no perdonan, rápidamente tomamos camino atravesando el Arroyo de las Truchas y Loma atravesada, entre agua y viento, y por más capas que nos hemos puesto hemos acabado chipiados. El recorrido de la mañana ha sido precioso, de los más bonitos de la Vereda, pero las condiciones climáticas no nos ha dejado disfrutarlo  como merece.

Mientras tanto, los hateros han buscado el sitio más adecuado para empezar a montar la haima y repararnos un poco. Vidal busca siempre algo especial para hacer variada la comida, su idea principal era preparar gaspachos, pero como el día no acompañaba, nos ha regalado el membrillo con nueces que con tanto cariño prepara su mujer, que acompañado con pan y queso está para chuparse los dedos.

Huyendo de la lluvia, nos hemos metido todos a los coches en dirección a Las Majadas a por un café. Solo Pedro y Yoli han seguido adelante, Ane y Chema han decidido que era un buen momento para unirse al camino (ilusos, no sabían lo que les esperaba). Chema y Pedro trabajan para NANTA, un empresa muy importante de alimentación animal que nos patrocina gran parte de la actividad.

Los "80 hateros" hemos llegado al refugio al lado del cementerio para acomodarnos. Entre otras cosas hemos tenido que rescatar entre todos la  "Fragoneta" (la grande) del barrizal. Nos hemos puesto a sacar las tiendas mojadas de la mañana y casi hemos salido haciendo parapente ya que el viento cabrón (denominado por Vidal) no ha facilitado el trabajo.

De un momento a otro mientras hemos sacado las sillas a secarse al viento ha aparecido una tormenta con granizo incluido, arruinando las esperanzas de los caminantes de llegar secos.

Una vez encendida la lumbre, el refugio parecía un mercadillo con la ropa mojada colgada de las vigas de madera y las botas a los pies del hogar.

Hemos ayudado a Vidal a preparar los garbanzos a la pastora, momento en el que Leandro nos ha demostrado su habilidad para pelar patatas, pelando él más patatas que 3 personas juntas.

 

Día 2 (01/11/2023)

Después de haber pasado la primera noche en la escuela, protegidos del frío por las paredes del edificio, desayunamos en el bar, abastecidos de café con leche y sobaos.

Al llegar al lugar donde habían pasado la noche las ovejas, los familiares de los pastores, que fueron a despedirse de ellos nos reciben con un caluroso redesayuno que incluye pestiños caseros.

Comenzamos la subida hacia el Collado del Aire pasados por agua y con mucha niebla. Sin embargo, podemos disfrutar del paisaje mientras acompañamos al rebaño montaña arriba.

Al llegar hambrientos a la cima, nos juntamos todos a disfrutar de la comida, llena de embutido mientras nos pasamos la bota de vino. Para acabar, entramos en calor con un buen pacharán casero para afrontar el camino de la tarde.

Mientras algunos preparan el campamento, a los trashumantes les ocurre una anécdota. Durante la caminata un jabalí se cruza por el medio del rebaño y hace que este se separe en dos.

Para acabar el día, Vidal nos prepara un rico arroz y nos calentamos al fuego de la hoguera mientras Chema canta canciones populares con la guitarra. Disfrutamos de ese momento todos juntos.

 

Día 1 (31/10/2023)

Tras poner a punto la Trashuneta ponemos rumbo a Guadalaviar, haciendo una paradica de café a medio camino para coger fuerzas. 

Además, gracias al supermercado Alcampo conseguimos asegurar provisiones para la vereda, desde fruta y agua hasta barritas energéticas. Al llegar al pueblo el tiempo nos acompaña y después del recibimiento de Vidal, nuestro hatero, comenzamos la aventura.

Nuestro primer desafío ha sido encontrar el rebaño de 3000 ovejas merinas con las indicaciones que nos había dado el hatero. Una vez allí y con las debidas presentaciones con los pastores, Ismael, Arturo, Leandro y Juan Vicente, tenemos nuestra primera comida con ellos. También hemos podido disfrutar de esa comida con los perros pastores y Problemas, el burro que más tarde nos haría entender el porqué de su nombre.

Empezamos la caminata para llegar a Los Chorros, lugar donde empieza la Cañada real conquense. Al llegar al barranco de los judíos nos damos cuenta de que faltaba Problemas, tras diferentes hipótesis de dónde estaba decidimos ir en su búsqueda con la Trashuneta al recibir el testimonio de un motorista. Finalmente, Arturo consigue encontrar a Problemas para reunirse con el grupo.

Mientras tanto los hateros se encargaban de acondicionar el recinto donde el rebaño pasaría la noche tras superar el barranco de los judíos.

Una vez dejamos las ovejas, volvemos a Guadalaviar y visitamos el museo de la trashumancia. Nos explican la vida de una familia trashumante y su evolución con el paso del tiempo. Lo que empezó siendo un trabajo del hombre de la casa, el cual pasaba medio año lejos y a penas comunicado de su familia, ha llegado a ser un oficio en el que la familia acompaña al pastor viviendo seis meses cada vez en dos comunidades autónomas distintas. Lo que más nos ha impactado ha sido el pronunciado declive del valor de la lana durante los últimos años.

Hoy por suerte podemos disfrutar de una cena entre pastores, familiares y amigos.