martes, 6 de diciembre de 2016

Día 2 de noviembre de 2016

Hoy despertamos por primera vez con el “cantar” del burro, que se adelanta a la hora habitual. Tras un rico desayuno recogemos el campamento. La verdad es que las tiendas nuevas se nos resisten un poco a la hora de desmontarlas, pero no tardamos en cogerles el truquillo y pronto reanudamos el camino.


Andamos por unos verdes prados llamados los Mailos, que no estaban ni tan verdes, ni tan húmedos como los esperaban los pastores. Durante la mañana aprendemos que cuando los prados están verdes y húmedos, es más difícil controlar al rebaño, ya que al igual que a muchos de nosotros, les encantan las setas y se entretienen más. Ahora ya sabemos que las ovejas son grandes apasionadas de la micología.

Cerca del “Arroyo de las truchas” vemos una pequeña cabaña que pertenece a la Mesta muy bien cuidada, con sus camitas y chimenea incluida. Durante toda la mañana Vidal nos ameniza el camino con sus anécdotas, entre ellas, la de cómo logró hacerse con el carnet de conducir.

A la hora de comer, para nuestra sorpresa, aparecieron dos periodistas del programa de España Directo de TVE1. Nos preguntaron sobre nuestra experiencia, entrevistaron a los pastores en su trabajo y nos acompañaron durante un tramo a la tarde para poder filmar.


Tras una copiosa comida campera, nos pusimos otra vez en marcha, por un idílico paraje llamado “La fuente del Rejazo”. Durante este tramo vimos varios abrevaderos de madera de pino hueco, iguales a los que nos había enseñado Humi en nuestra visita al museo. Los troncos, aunque parezca mentira, no se pudren siempre y cuando el agua corra por ellos.




Llegando al campamento donde dormiríamos, nuevamente nos encontramos con los reporteros de la tele, que nos graban mientras recogemos las ovejas en el redil. Durante la tarde ellos han estado grabando a los hateros mientras hacían sus tareas.

Jugamos un pequeño torneo de guiñote, en el que solo hubo unos ganadores, a la espera de que Urbano cocine las esperadas patatas a la “Birulé.

Hoy cenamos bajo cubierto en un pequeño refugio al lado de Las Majadas. Tras la cena, bajamos al pueblo, al encuentro del “Cabezón” un amigo de los pastores que regenta un pequeño bar de la localidad, pero no tenemos la suerte de conocerlo ya que está cerrado por descanso semanal.

Decidimos tomar café en otro pequeño bar cerca de la plaza del pueblo, ya que para nuestros amigos, es costumbre tomar café en el pueblo cada vez que pasan por él. 

A la vuelta el cielo se ve hermoso, lleno de estrellas. Por ello, algunos decidimos quedarnos para poder ver estrellas fugaces. Tras una larga charla bajo el cielo estrellado, nos despedimos hasta el próximo rebuzno.

Autores: Cristina Hernández, Javier Benito, Laia, Claudia, Alba López, Carmen Lorente, Alejandro Madorrán, Ane Rivas, Jose Luis Olleta y Ricardo Serrano.

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