Comienza la aventura, a las 8 am nos hemos puesto manos a la obra, recogiendo las tiendas, preparando las furgonetas y hemos puesto rumbo a nuestra semana de vereda.
Llegando a Cariñena, gracias a Inés hemos realizado una ruta de enoturismo, y ya sabemos lo que es la garnacha, ¡un manjar! Mientras, Fran y Héctor marchaban rumbo a Zaragoza en busca del toldo perdido.
Pasado Cuenca, rugían nuestras barrigas…se acercaba la hora de comer y Villar de Olalla nos descubre un bar donde calmar nuestro apetito. A unos kilómetros de allí por fin alcanzamos al rebaño, una parte de nosotros acompaña a Vidal e Ismael en el último tramo de la tarde, mientras el resto se inauguran como hateros junto a Urbano, montando el campamento y preparando lumbre con el “Gran Tronco”.
Con Vidal ya hemos empezado a aprender nuevas cosas, nos ha enseñado a saber la hora sin mirar un reloj, únicamente con nuestros dedos, el horizonte y, por supuesto, el sol.
Una vez asentados y las ovejas descansando en su redil, hemos recibido la inesperada visita de dos amables hombres, acompañados de un buen vino casero, pero algo cabezón. El Tío Domingo nos ha preparado una exquisita cena de bienvenida, estrenándonos la mayoría en el ritual de cucharada y paso atrás…. y ¡tuso fuera! y sobre todo en el paso de la bota, ¡que no pare! Todos debemos de saber que cuando el botero te da la bota, o sabe a pez o está rota.
Como postre, Ismael ha soplado las velas sobre una trenza de Almudévar por su cumpleaños. Con unos vasitos de pacharán casero y todos sentados y charlando alrededor de la lumbre, termina nuestra primera jornada. Aunque el “Gran Tronco” todavía le quedarán fuerzas para recibirnos a la mañana siguiente.
Autores: Bárbara Garuz, Francisco Saura, María Fernández, Rafael Frías, Sandra Esteban, Teresa Gómez, Ángela Arroyo, Inés Rubira, Antonio Romero y Héctor Fuertes.
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