martes, 27 de febrero de 2024

 Día 14 (13/11/2023)


Como de costumbre, a las 7 de la mañana ya andaba rebuznando Problemas para que saliéramos de las tiendas de campaña y poder continuar nuestro camino desde donde estábamos, en las Pedroñeras.
Nos vestimos y recogimos lo más rápido que pudimos debido al frío que hacía, aunque por suerte Vidal ya nos estaba esperando con un café bien caliente. En cuanto recogimos todo el campamento, abrimos el cerco que estuvo aguardando al rebaño durante la noche y fuimos rumbo a Socuéllamos.



Durante las primeras horas del camino la niebla nos impedía apreciar las extensas llanuras manchegas, pero por suerte esto cambiaría a partir del medio día en adelante, pues este tercer turno pudo gozar de días soleados (e incluso acalorados) el resto de la semana.
Al mediodía ya estábamos por Las Mesas y ya era hora de parar para reponer energía. Hoy tocaba almorzar unas buenas gachas manchegas. Este plato originalmente era comida de pastores en los días de invierno. Algo tan sencillo que consiste en una especie de papilla de harina de almorta a la que se añade panceta de cerdo, ajos, pimentón, aceite y sal, fue un plato básico para muchas familias españolas durante la Guerra de la Independencia Española (1808-1814), la Guerra Civil Española (1936-1939) y el franquismo, tiempos donde apenas había recursos. Sin embargo, el consumo de la almorta debe ser esporádico ya que en exceso puede provocar latirismo, que consiste en una intoxicación crónica que afecta al sistema nervioso. A nosotros nos supo a gloria y por supuesto, a ninguno nos sentó mal ya que no consumimos gachas prácticamente nunca.
Tras haber llenado nuestros estómagos con este manjar y habernos cubierto la cara con crema solar, continuamos por la vereda hasta llegar a Socuéllamos, donde nos juntamos con los hermanos Cardo y su rebaño. Juntos gozamos de un bonito atardecer y como no, de una deliciosa cena que preparamos con Vidal.




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