martes, 26 de noviembre de 2019

7 de Noviembre de 2019


El día amaneció nuevamente con nubes y amenazando algo de lluvia como sucedió. Era una etapa complicada porque había que atravesar una importante rotonda y avanzar 500 metros por una carretera nacional, así que se precisaba la colaboración de la Guardia Civil. Hubo que esperar unos minutos y, una vez montado el operativo, se dieron cuenta que era interesante que alguien cerrara el grupo de manera oficial así que, con un pertinente chaleco, nombraron a Héctor auxiliar del cuerpo civil, convirtiéndose en avanzadilla de lo que pueden ser los tiempos modernos para dicho cuerpo.
Era nuestro último día y tras un calórico almuerzo llegó la foto para el recuerdo y el comienzo del regreso muy a pesar de algún@s.



Como no podía faltar la aventura final, una de las furgonetas no pudo ni arrancar (falta de batería). Llamada al seguro y a esperar pero l@s ocupantes de la otra furgoneta plantearon salir a pedir ayuda y cual “mujeres de Harrelson” pararon literalmente un camión que por suerte era de la Diputación provincial de Cuenca. Sus ocupantes (pasado el susto) se prestaron a solucionar nuestro problema. Y a fe que lo consiguieron llevándose como premio una botella de vino dulce casero. Y tras repostar y tomar algo en las proximidades de Teruel continuamos viaje a la Facultad, donde nos esperaban ansiosos los integrantes de la segunda etapa.








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