Emprendemos la tercera etapa de la vereda con ilusión y entusiasmo. Tras perdernos tres veces a lo largo del camino, conseguimos llegar a nuestro destino: carretera 301, dirección Albacete. Allí nos reunimos con nuestros queridos pastores y tras las presentaciones nos pusimos en marcha, después de una larga espera a la guardia civil.
Recorrimos dos kilómetros escuchando anécdotas de Vidal, en compañía de nuestro amigo Problemas (el burro) y comiendo uva recogida por el camino. A lo lejos divisamos el campamento montado con tanto cariño por nuestros hateros; Delia, Calahan y Urbano.
Tras encerrar al ganado en el redil nos dispusimos a empezar nuestra tertulia en torno al fuego. Entre risas y curiosidades varias, disfrutamos de la visita de otros trashumantes, que van dos jornadas por detrás. Cenamos una rica carne asada con nuestros compañeros de noche y tras unas copas, nos dispusimos a terminar la jornada para recargar pilas para el día siguiente.
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