Estábamos reunidos en una tienda de campaña todos, cuando de
repente oímos ladrar a los perros y los cencerros agitados. Se va cada uno a su tienda
y empieza el caos.
Cual avestruz, escondimos la cabeza en el saco y el culo al
aire. Las ovejas llevadas por el pánico, de algo desconocido, tiraron el redil,
huyendo haciendo círculos. Nosotros sólo escuchábamos gritos, silbidos,
cencerros y galopes en el ambiente.
Con mucho esfuerzo y tras una larga noche, la paciencia de los
pastores consiguió devolver todo a la calma. “Los pastores no son muchos, pero
son machos”.
Amanece con el rebuzno del burro (adelantado una hora), desayunamos en torno al fuego y marchamos. Atravesamos Pozo de la Serna donde recibimos los ánimos de los vecinos y tras atravesar una zona agrícola llegamos al embalse de la Cabezuela. Con ayuda de la guardia civil cruzamos el puente y Urbano y el resto de hateros nos reciben con los brazos abiertos y la mesa puesta.
Tarde monótona de mucho caminar, con calor pero hemos aprendido a calcular sin reloj las horas de luz restantes.
Llegamos al campamento con conejo recién cazado gracias a “Lili” (se ha metido en su boca).
Tras una suculenta cena nos disponemos a escribir en el blog acompañados de licores varios y Tururututu tururututu tururututu….
Autores: Lara Royo, Sofía Ramón, Julia Barrio, Ana María Mateu, María Soriano, Carlos Soriano, Óscar Solano, Teresa Quintín y Mª José Pueyo
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