miércoles, 20 de febrero de 2019

Día 20 de noviembre de 2018 - "Alhambra- Pozo de la Serna"

Tras un largo sueño de perro capao y un “yo ya he cagao en el campo” y después de nuestro contundente y delicioso desayuno, recogemos nuestro campamento y emprendemos camino tras el rebaño dirigido por el “Gran Mayoral Ismael” acompañado de Problemas y comandado desde la retaguardia por Vidal y sus tres fieles canes. Aunque nos habían anunciado un día de sol y moscas, resulta ser más bien lo contrario, presentándose una jornada bastante pasada por agua (“xirimiri majOOO”). 



La marcha se inicia a eso de las ocho y media de la mañana todavía sin lluvia, pero con el cielo totalmente encapotado. Nuestro camino transcurre bordeando una gran finca, Valle Hermoso, con una enorme extensión de terreno y varias explotaciones ganaderas, a parte de numerosas parcelas agrícolas. Siguiendo la Cañada Real de los Serranos, recibimos la ayuda de la Guardia Civil para el paso por un tramo de la carretera nacional a la altura del pantano de Valle Hermoso. 

Tras un breve trayecto después de este punto, encontramos el equipo de todoterreno y nuestras dos furgonetas formado por las dos hateras y liderado por Urbano, al que gentilmente acompaña Antonio con su vehículo. Tras un rico almuerzo de embutidos, quesos y nuestra querida “Irene”, iniciamos de nuevo nuestra marcha bajo un gran manto de lluvia y como dice Ismael, “Cuando Dios está por dar por culo, hasta los santos se la menean”. 


Rodeados de olivares, viñedos y pistachos seguimos nuestro camino y al fin el cielo nos da tregua y hasta aparece el sol vagamente. Finalmente, llegamos al punto de campamento y por extraño que parezca, en plena mancha y sin nada de vegetación, conseguimos cobijarnos en la mejor mata formada por pinos bajos. Tiendas puestas, lumbre encendida, corral montado y jaima armada, llega el tiempo de descanso para ganado, perros, pastores y trashumantes. 


Urbano nos vuelve a deleitar con una gran cena: tomate con ajo y sardinas, una deliciosa parrillada de panceta y una bandeja de careta crujiente y jugosa, en fin, la mejor forma de recuperar fuerzas. Acabamos el día alrededor de la hoguera todos reunidos, taza en mano y canto viene canto va:

“porque no canto porque bien sé,
ni canto porque bien canto,
que los que cantan son los curas que cantando ganan cuartos”

Autores: Amaya Acín, Leire Urrutia, María Perales, Matilde Tessa, Pablo Ribera, Sergio González, Alazne Conde, Víctor Peñalosa
Profesores acompañantes: Jesús García y Delia Lacasta

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