jueves, 27 de diciembre de 2012

Día 19 - 19 de noviembre

Iniciamos nuestra aventura a las 10:15 de la mañana, hora de salida de la facultad. Realizamos una parada para comer y repostar al poco de partir, ya que no sabíamos qué era lo que nos esperaba y queríamos aumentar nuestras reservas. Tras 6 horas de viaje llegamos a Torrenueva, Ciudad Real, alrededor de las 16:45h.

Cerca del pueblo nos esperaba Isidoro, que nos condujo donde tenían el campamento y nos recomendó que plantáramos las tiendas y sacásemos los bártulos antes de que se hiciera de noche (por cierto, nos comenta que somos el grupo que más rápido lo hace). Dicho y hecho, empezamos a montar las tiendas de campaña que nos habían prestado los grupos anteriores y que tras las vicisitudes que tuvieron que pasar estaban completamente mojadas. Además el suelo, lleno de piedras, no ayuda. De este modo acampamos como buenamente pudimos en la Cañada de los Conejos. Al momento llegaron los pastores (Ismael, Urbano y Vidal) con sus ovejas, dándonos un recibimiento muy cálido. Ipso facto nos ponen motes por nuestros orígenes: Vanesa (la catalana), Laura (la de Gandía), Juliette (la andorrana), Severine (la francesa), Helena y Alfonso (los zaragozanos).

 
Llegada al primer campamento - La cañada de los conejos - (Laura Bataller)
 
En un abrir y cerrar de ojos encienden el fuego y comienzan a preparar la cena: arroz caldoso con pollo y pimientos, y ensalada de atún, tomate y sardinas (todo en cantidades ingentes). Nos quedamos todos sorprendidos de lo buena que estaba la cena, ya que no esperábamos algo así en medio del campo.
 
Al terminar, nos acercamos a la hoguera para entablar conversación con los pastores y tentarnos los unos a los otros.

Nos comentaron las diferencias del trayecto de trashumancia que realizan ahora en noviembre, al que realizan de vuelta en mayo. Admiten que prefieren la bajada a Andalucía, ya que se soporta mejor el frío que el calor, aunque en mayo tarden medio día menos en llegar.


Asimismo debatimos sobre las diferencias entre el sistema en extensivo e intensivo. Evidentemente son partidarios del extensivo porque, aparte de ser más rentable, es el modelo que conciben como bueno para los animales, donde hay más bienestar animal. Por supuesto son conscientes de la contribución a la biodiversidad de la trashumancia y la limpieza de los montes que realizan, labor que evita muchos incendios y permite mantener un equilibrio ecológico del medio. A pesar de entenderlo como una forma de vida, no recomiendan a los jóvenes que se hagan ganaderos hoy en día, porque se necesita una inversión inicial elevada y para más inri tiene baja rentabilidad.
 
Mencionan el por qué de la trashumancia a pie y no en camión. La prefieren a pie porque la llevan haciendo desde hace 30 años, la comida de las ovejas durante ese mes no la tienen que pagar y además dan biodiversidad al medio. El asunto es que el realizarla en camión les supondría 8.000 € para el trayecto de ida y otros 8.000€ para el trayecto de vuelta.

Cerramos esta amena conversación al hablar de sus residencias en Guadalaviar y en Vilches. Y con el varapalo de no ser los primeros aventureros, ya que, lejos de ello, siempre tienen a alguien que los acompaña durante las trashumancias.

Al llegar la hora de acostarse, cada oveja se fue con su pareja, y una vez en la tienda, al no haber recorrido ningún kilómetro y estar con los nervios a flor de piel por lo que nos esperaba, nos costó conciliar el sueño. A ello contribuyó la presencia de un zorro que merodeaba por los alrededores y enervó a los perros, que no pararon de ladrar.


Autores: Helena Agustín Valdearcos, Laura Bataller Montaner, Severine Caillaud, Alfonso Cruz Andrés, Vanesa Galende Medinilla, Juliette Martín Cereza, Armán Santorcuato García

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