Fran e Ines, una grata compañía
que nos ha acompañado durante estos días, nos dejan para volver al trabajo,
¡qué suerte tenemos! Además, Antonio ha tenido que volverse a Zaragoza también,
para conseguir otra furgoneta para hacer posible nuestro regreso. Un día de mucho viento, que nada tenía que
ver con el famoso cierzo de Zaragoza, como dicen… “unos llevan la fama y otros
cardan la lana.”
Para la cena tenemos compañía,
unas diez personas de Villalgordo vienen a cenar con nosotros. Comemos carne a
la brasa y, de postre unos huevos fritos característicos…bizcocho, crema, melocotón y clara de huevo.
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