martes, 15 de noviembre de 2022

TERCER DÍA DE VEREDA!!! 02/11/22

 Amanecimos muy temprano pero como siempre con ganas de seguir andando. Vidal junto a la hoguera nos esperaba con el café hecho y tras un desayuno rápido, empezamos a recoger las tiendas y cargando de nuevo todo hacia nuestro nuevo destino, Las Majadas. Por el camino como siempre no paramos de hablar, cantar y jugar para que el camino no se haga muy largo, sin saber hasta qué punto lo hacemos más pesado nosotras.

Nos contaron más curiosidades como que hay un hongo que sale en los árboles que a las ovejas les gusta mucho, ya que, no paran de comerlo y según los pastores “los corderos se mean de gusto” lo cual se podría asociar a que tenga una posible sustancia relajante. Mientras tanto pasamos por un tramo por donde la cañada real es más ancha que en toda la vereda y nos impresionó ver a todas las ovejas a lo ancho de todo el camino, parecen así mucho más numerosas. Nos fijamos en la cantidad de los machos que había en el rebaño, que lógicamente era mucho menor que las hembras por lo que surgió otro tema de conversación a consecuencia de ello, nos dijeron que en total había 70 machos en todo el rebaño, lo que equivale a un macho aproximadamente por cada 40 ovejas.

 Esta segunda vez, los hateros nos hicieron los famosos gaspachos de Vidal, que afortunado el que los pruebe. Hay un refrán que no paran de repetir mientras se cocinan, que así dice: “los gaspachos del gañán a la media vuelta ya están, los gaspachos del pastor cuantas más vueltas mejor”. La receta de este almuerzo aunque parece sencilla tiene una dedicada elaboración y cariño con el que siempre entra mucho mejor. Se empieza cortando las patatas en láminas finas, friéndolas con aceite y añadiendo pimentón. Se añade agua y se deja que hierva, sazonando todo junto. Se añaden las tortas de pan a trozos y se da vueltas hasta que se tuesten y adquieran la consistencia adecuada. Las tortas de estos gaspachos aunque no las elaboran ellos nos explicaron como lo hacían; con harina, agua y sal y cociéndolas en la lumbre prendida con heces. Sí, como suena, con heces, ya que aunque parezca raro, mantienen muy bien el calor de la lumbre.


Partimos de nuevo hacia nuestro destino y tras la segunda caminata llegamos al lado del pueblo de Las Majadas. Fue una noche de chistes, canciones y risas, dentro de un refugio muy acogedor para pasar un rato agradable.



 

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