A las 8 de la mañana nos encontramos en la Facultad todos entusiasmados para cargar todo en las furgonetas y ponernos rumbo a la zona de Las Pedroñeras (Cuenca) para encontrarnos con los pastores y empezar nuestra aventura. De camino, nos paramos en el Área 103 a almorzar unos torreznos maravillosos que no pudimos acabar y nos llevamos en un tupper para más tarde. Continuamos el camino hasta encontrarnos con Vidal y Juan Vicente en la ermita de San Isidro Labrador. Tras hacer las presentaciones oportunas, nos mandan a llevar a los trashumantes con los pastores y las ovejas mientras Marian, Tere y Paula vuelven al campamento a ayudar a los hateros.
Nuestros chicos acompañaron a los pastores por la tarde y ayudaron a cruzar la carretera con la colaboración de la guardia civil. Vivieron un momento de tensión cuando un agricultor les increpó que las ovejas se estaban comiendo sus cultivos, pero al final todo se resolvió sin problemas. Además, estuvieron a punto de ver un parto que al final no ocurrió.
Mientras tanto, los hateros montaron todas las tiendas y prepararon la ensalada para la cena.
Esa noche cenamos ensalada, careta de cerdo y chorizo que estaba “cojonudo” (tal como decía el pastor Juanvi), mientras teníamos dificultades para beber de la bota, pero ya se sabe que practicando, todo se aprende.... Para reposar la cena nos sentamos en la hoguera a comer gominolas y beber algo para calentar el cuerpo, amenizado por los chistes de Antonio y los videos de acordeón de Juan Vicente hasta que poco a poco nos retiramos todos a nuestras tiendas a descansar para afrontar el siguiente día.
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