Primer día de despertar en la vereda y costó un poco levantarse al equipo menos a Paula y Claudia, pero poco a poco fueron reviviendo todos con el olor del café y las magdalenas del desayuno. En pleno desayuno estábamos cuando llegaron nuestra compañera de veterinaria Paula y su padre Ángel a tomar muestras de heces de las ovejas trashumantes para el desarrollo del trabajo de investigación de fin de grado.
Una vez recogido todo y despedido a Antonio, Paula y su padre, nos pusimos en marcha, Marian e Isabel de hateras con Vidal y el resto a andar. A los hateros les ha tocado ir en busca de 2 ovejas extraviadas del día anterior y correr un poquito detrás de ellas, además de preparar la comida para todos.
Los que han ido andando han visto los campos de ajos y viñas típicos de la zona, mientras ayudaban a pastorear las ovejas. Hemos podido comprobar la dignidad de Manolo, el perro carea de Leandro, que ha rechazado a Pastora (la perra carea de Arturo), después de que ésta se haya liado con otro de los perros. La mañana ha estado narrada por Juan Vicente que nos ha contado como no pudo cumplir su sueño de ser pastor porque tuvo que ir a la mili y su padre tuvo que vender su rebaño al no poder encargarse de él a solas, tras lo que Juanvi tuvo que ponerse a trabajar en otra cosa.
A la hora de comer, paramos todos y nos ponemos hasta arriba de tortillas, empanadas, conservas, embutidos y de postre un membrillo casero hecho por la mujer de Vidal para chuparse los dedos. En esta comida nos ha acompañado un profesor de ecología de la Universidad de Madrid. Mientras tanto, las ovejas aprovechan para beber agua en el abrevadero y descansar.
Una vez acabado de comer, van de hateros Pablo, Urko y Sandra, que la lían un poco porque han echado unas cenizas de una antigua hoguera que reaviva y quema toda la leña del vecino de la casa de al lado, lo que les conlleva un susto y una bronca por parte del señor, pero al final tras tirar cubos de agua todo acaba en una anécdota, aunque tardó en apagarse del todo hasta el día siguiente… Además del simulacro de incendio provocado, nuestros queridos hateros montan la jaima, las tiendas y preparan la cena, vamos que les cundió la cena pero bien.
Los que han ido andando han visto “malparir” a una oveja, cuyo aborto se ha comido el perro Manolo, y también han tenido que paralizar el tráfico para pasar por un puente con los animales, lo cual ha creado gran expectación entre las gentes de Socuéllamos, incluidos gran cantidad de niños emocionados, deseosos de tocar a Problemas y hablar con nosotros.
Esta noche cenamos arroz caldoso y ensalada, y acompañamos la velada en la hoguera con mantecados, chocolate y licores. Conocemos al concejal de Socuéllamos, que nos dice que el pueblo es lugar de paso de trashumantes de ovejas y vacas y nos hace una foto para las redes sociales. Además, aparece un señor con lotería y decidimos comprar un décimo por si nos quiere sonreír la suerte, aunque más adelante descubriréis que la suerte de este año ya la hemos gastado…
No hay comentarios:
Publicar un comentario