Hoy es el último día de nuestra etapa en la vereda. Amanecemos temprano y tomamos el último desayuno con los pastores. Ya dejamos atrás el pueblo Ruidera, y el paisaje se llena cada vez más de bosques y montañas, lo que hace la etapa de por la mañana preciosa, aunque algo larga y llena de subidas y bajadas. Llegamos al pueblo de Alhambra (con alguna caída por el camino) a la hora de comer y nos tomamos el que fue nuestro último almuerzo con los pastores. Vidal, con la ayuda de las hateras Isabel y Marian, habían preparado un revuelto de huevos con verduras delicioso.
Tras acabar, se hace inminente la despedida, y con gran tristeza y pesar decimos adiós a la que ha sido nuestra familia por un breve periodo de tiempo. Podemos decir con certeza que hemos disfrutado cada momento, y que a ninguno de nosotros se nos olvidará nunca.
Mil gracias por la experiencia y sobre todo por la maravillosa acogida que nos dieron los pastores. ¡Hasta pronto vereda!
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