3 de noviembre de 2021. 1º turno. TERCERA JORNADA DE VEREDA.

 

Nos despertamos con nieve, lo que hizo que el día fuese especial a pesar del frío que acarreaba. 

 

Además, vino la tele y los periodistas iban en vaqueros, que frío debieron pasar!! Pero bueno, por suerte la nieve no duró mucho, aunque nos animó para superar el tremendo barrizal que nos acompañó durante la etapa. Como bien dice la canción “si esta noche ha llovido mañana hay barro, pobre del carretero que lleva el carro” pobres de nosotras que nos quedábamos pegadas en el barro y cuando conseguíamos levantar el pie, llevábamos 5 kg más de peso en cada bota.

También las ovejas lo pasan mal, el barro les reblandece mucho las pezuñas y favorece la entrada de piedras y suciedad que les produce, coloquialmente hablando, “aguaduras”, una infección secundaria producida por bacterias que, aprovechando la lesión, penetran en la pezuña produciendo una infección. Todo esto les produce una cojera que hace que apoyen más peso en la extremidad sana perjudicando su marcha. 

 Si son días de lluvia los pastores dicen que les suele afectar bastante y que se les ve muy apáticas; al llover la lana absorbe mucho el agua y les pesa, por lo que les cuesta andar y la sensación de frío es mayor. Y encima si por la noche hiela, se les puede formar escarcha encima y todo esto favorece que puedan padecer neumonías. Si el clima es seco, las ovejas pueden resistir muy bien al frío, perjudicándoles mucho más el calor. Por eso, se las esquila antes del regreso a Guadalaviar en junio.

Por último, llegamos cerca de Villalba de la Sierra y montamos el campamento en un descansadero llamado La Vereda, donde han limitado la cañada creando un campo de golf. Muchas veces hay que acampar y formar el corral con el pastor eléctrico, sin embargo, en este lugar hay un corral habilitado para el ganado, un abrevadero y un recién habilitado refugio para pastores con litera incluida, todo un lujo!

Como cada día, Vidal nos da una gran lección, él dice que se ve siempre como si tuviera 25 años, con las mismas ganas de vivir y disfrutar del momento, sea cual sea tu trabajo, tarea, obligación...

Otra de la problemática que se encuentran los pastores trashumantes es que las veredas y cañadas, con el paso de los años, han sido invadidas por casas, urbanizaciones, carreteras, vertederos y hasta campos de golf! Siendo todo ello un problema para el ganado, para los pastores y para la gente que usa esas carreteras o vive en las urbanizaciones ya que constantemente durante los meses de vereda se encuentran con la carretera cortada o con que los animales les mordisquean las flores que sobresalen de su jardín. 

                              Vertedero en la cañada...

 Por ello es muy importante proteger las vías pecuarias que quedan y favorecer su mantenimiento e incluso llegar a recuperar partes de ellas, que se han perdido a lo largo del tiempo.