Amanece un nuevo día, a las 7 am estamos en pie, y el paisaje se encuentra blanco, pues la noche había llegado a varios grados bajo cero, algo habitual a estas alturas del año. Un buen café para entrar el calor y seguimos la marcha. Por la mañana iban de hateros Urko y Claudia, cuyo papel consistió en parar el tráfico de carreteras hasta en 3 puntos en la misma mañana.
Al mismo tiempo, la parte del grupo que acompañaba el rebaño presenció peleas y partos, habituales en este tramo de la vereda por el consumo de uvas a lo largo del camino. Tras alcanzar el ecuador de esta etapa que es una de las más largas, toca parar para almorzar. para el almuerzo los hateros de la mano de Leandro y Vidal cocinan unas gachas manchegas, un plato típico de pastores de la zona y las cuales muchos prueban por primera vez. La merecida comida hace recargar fuerzas para continuar con la tarde. Es el turno de Marina, Paula y Lilian de hateras para preparar el campamento y poner a punto las tiendas para dormir. En lo que se cocina la cena, a Lilian, la compañera brasileña que nos acompaña, Ismael le da unas nociones de historia y geografía españolas. La cena que hacen Vidal y Paula consiste en unos garbanzos con arroz, ideal para reponer energía. Ya en la hoguera, Ismael nos deleita con poemas y cantares antes de irnos a dormir.
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