Hoy nos despertamos con la voz cantante de Ismael. La escarcha se había apoderado de nuestras tiendas impidiéndonos salir.
Tras el desayuno, comienza la vereda, poniendo rumbo hacia Villar de la Encina. Hoy hemos tenido el privilegio de ser acompañados por Antonio “El hatero oficial”, que por un día deja su importantísimo papel de hatero y se presta a acompañarnos en nuestro caminar.
A mitad de mañana hemos parado a tocar la campana de la Ermita de San Isidro, para atraer a la buena suerte y no faltar a la tradición. María, nuestra Sancho Panza de Logroño, ha galopado a lomos de Problemas. Rafa también ha estado lúcido, hoy era el que estaba a cargo del gancho de Vidal, y enganchaba a los cabritillos con cuidado de que el pastor no lo viera, temiendo la reprimenda. Junto a una caseta de cazadores nos esperaban los hateros como de costumbre, Héctor luchando entre las brasas para evitar que la comida se quemase.
Durante la lucha, una malévola avispa le ha asestado un buen picotazo, pero gracias a la milagrosa pomada del ejército patrocinada por Ángela, y un pegote de barro, nuestro nuevo pinche de cocina ha salido del paso. Mientras se preparaba la comida, Antonio ha decidido que era un buen sitio para afeitarse, en la caseta había un espejo, y con un recipiente con agua y algo de jabón ha quedado aseado para continuar su jornada.
Ya con los buches llenos continuamos caminando, esta vez entra en escena nuestro independiente burro, galopando ladera arriba, y ladera abajo asustado porque una de las garrafas había caído de sus aguaderas, quedando colgada de una cuerda parecía que lo perseguía. Ismael y Vidal intentaban atraparlo, hasta que agotado de tanto correr se ha dejado alcanzar por Vidal.
Antonio a lo largo de la tarde nos ha deleitado con una excursión geológica por los campos de Castilla. Simultáneamente, los hateros han acomodado el hato y les ha sobrado tiempo para echar una partida al guiñote con Urbano.
No hemos dicho nada, pero Jose Ángel sigue en plena acción…parece que se ha recuperado de la operación a la perfección.
A la hora de la cena Jesús, acompañado de su muchacho nos ha hecho una pequeña visita trayéndonos los ingredientes de la cena, un rico pollo de corral. Casi terminados de cenar Emilio con su amigo el quesero, nos han traído un queso Manchego para su degustación, ¡no ha quedado ni la corteza!
Llega el momento que a todos nos encanta, pero esta vez melancólicos, aunque como dice Vidal “para ser feliz, solo hay que estar a gusto” y de eso no ha faltado estos días….
Mañana partimos, así que no queremos perder ni un minuto más en escribir este diario. Os dejamos con una buena cerveza artesana (VITIUM) de mano de Héctor, y unos vasitos del típico y conquense Resolí.
Y hasta aquí podemos escribir… LO QUE PASA EN LA VEREDA, SE QUEDA EN LA VEREDA.
Autores: Bárbara Garuz, Francisco Saura, María Fernández, Rafael Frías, Sandra Esteban, Teresa Gómez, Ángela Arroyo, Inés Rubira, Antonio Romero y Héctor Fuertes.
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