martes, 4 de diciembre de 2012

Día 5 - 5 de noviembre de 2012


Rebuzna el burro a las 6:57, se ha adelantado tres minutos nuestro despertador. Es un día extraño, nos se oye el clásico sonido de los dos últimos días, no se oye la lluvia. Ya no llueve. ¡Por fin!. A cambio el tiempo nos había regalado una fina escarcha sobre nuestras tiendas que no era ni más ni menos que el agua congelada de la lluvia de anoche. Al salir de las tiendas vemos que no esta nublado, por primera vez en tres días veíamos el sol. Desayunamos más animados de lo normal y felicitamos a María y Almudena, las dos mellizas que cumplían años. Qué manera más bonita de cumplir años que en una vereda. Salimos por fin con el sol pegándonos en la cara, por fin notábamos que lo que se resbalaba por nuestra piel no era agua sino los rayos de sol que poco a poco nos fueron calentando, hasta el punto de que nos empezó a sobrar ropa, algunos como Ibarra acabaron en mangas de camisa.

Desayuno agradable ante la previsión de un día soleado
(Foto de Raúl Malo Martín)
Urbano recogiendo el pastor eléctrico (Foto de Raúl Malo Martín)
Ante un día tan soleado apetece refrescarse (Foto de Raúl Malo Martín)

El camino se hizo simplemente un paseo. La vereda aquel día nos iba a poner unos cuantos obstáculos. El primero cruzar una autovía por debajo, era un paso un poco embarrado de las lluvias de estos días.

El ganado se muestra reticente a pasar por el oscuro túnel lleno de barro
que atraviesa la autopista (Foto de Raúl Malo Martín)
No hay marcha atrás, la única opción ahora es avanzar
(Foto de Raúl Malo Martín)
¡Detengan el tráfico! ¡Dejen paso al ganado trashumante!
(Foto de Raúl Malo Martín)
Las ovejas caminando por la carretera sin ser conscientes de que están
siendo el centro de atención (Foto de Raúl Malo Martín)
El ganado, almorzando en un rastrojo (Foto de Raúl Malo Martín)
Dos bonitos ejemplares de ¿? recogidos durante el día
(Foto de Raúl Malo Martín)

Más tarde llegó la prueba más dura, cruzar una carretera con rotonda incluida, la cosa se ponía seria. La guardia civil cortó los tres ramales que daban a la rotonda y nos dio paso. Vidal nos dio instrucciones, uno con el burro, otros empujando a las ovejas y otros dos adelante con Ismael para ayudarle a controlar el rebaño.


Vidal, en lo alto, atento como siempre a su rebaño
 (Foto de Raúl Malo Martín)
Contemplando la inmensidad del rebaño por las llanuras de Cuenca
(Foto de Raúl Malo Martín)
Tras sortear este escollo proseguimos por los caminos embarrados. Después de llenar la panza, proseguimos y pasamos por Cólliga. Vidal nos comentó que ahí en ese pueblo las chicas siempre buscaban novio, así que los cuatro chicos nos pusimos guapos por lo que podía pasar. Resultando que al final solo vimos a los más ancianos del lugar.

Atravesando Cólliga, incluso en este momento las ovejas no pierden
suvoracidad (Foto de Raúl Malo Martín)
¿San Martolo? Lo que cuenta es el esfuerzo (Foto de Raúl Malo Martín)
Al llegar al campamento se preveía que iba a ser una noche especial. Era nuestra última noche. Después de cenar unas deliciosas sardinas a la brasa, empezó la fiesta, sacaron una tarta con 94 velas, en honor a las dos mellizas y a Ismael que el día siguiente también era su cumpleaños, lo celebramos con champán y tarta, y comenzamos una agradable conversación que unió más al grupo.

94 años reunidos, aunque distribuidos de manera desigual
(Foto de Raúl Malo Martín)
Noche de celebración, risas y alegría: “Menudo jaleo” pensarían las ovejas
A estas alturas de nuestra aventura y después de la última conversación, nadie se quería marchar al día siguiente, hubiéramos pagado por continuar con aquella maravillosa compañía. Pero todo lo bueno se acaba y aquella noche fue diferente, no fue como las demás, aquella noche no queríamos que acabara nunca.

A estas alturas de la noche ya cado uno pensaba en sus cosas
(Foto de Raúl Malo Martín)
Qué bien se está al lado de la lumbre (Foto de Raúl Malo Martín)
Unos soñando con las estrellas, otro con la cama (Foto de José Manuel Ibarra)
 Autores: José Manuel Ibarra, Vicente Luis Pascual Solana, María y Almudena Valiente Viana, Belén Mediano Valiente, Ricardo Novales Miranda, Raúl Malo Martín y Jaime Calvo Bara

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